domingo, noviembre 26, 2006

Snif

Es rara la diferencia que existe entre una comuna y otra. La gente, los espacios, las micros, si hasta los perros callejeros son distintos. Distancias enormes las separan socialmente, pero con diez minutos y un auto puedes pasar de una a la vecina sin nigún problema.
El viernes estaba esperando la micro para ir a Beuchef y unos chicos que salían del polivalente le lanzaban piedras al colegio. "Era la escuela", decían.
El viernes fue mi último día de clases y llegué tarde. Gran parte de mis compañeros se puso a llorar histéricamente. Se les cortaba la respiración y la cara se les ponía roja. A mi me calló una lágrima loca, o quizás dos. Nada más.
Pero no le tiré piedras al colegio.
Siento que he sido injusta conmigo (al decir conmigo me refiero al blog... somos como uno). Debería estar escribiendo sobre cosas consistentes, importantes en mi vida, pero no hago más que teclear palabras que en conjunto forman wevadas y que en un conjunto más grande ya son la expresión máxima de la estupidez. Podría escribir de como realmente me siento, de qué le ha pasado a mi weli o de qué pienso sobre una realidad que quiero no vivir. Pero no. Prefiero teclear weas.
El viernes también me enteré que una ex-compañera (una que se fue en segundo medio) lee el blog. Quedé plop. Fue ahí cuando pensé ( sí, a veces, muy de cuando en vez, pienso) "weón, y lee puras weas". Me hizo sentir una felicidad incomprensible, pensé que con raja recordaba mi nombre (que es el mismo que el de ella, así que no le era muy difícil) y resulta que también se daba la paja de leerme.
No sé. Es que no tengo ganas de escribir sobre algo "inteligente". Tengo pijama y son las dos de la tarde. Más rato me iré a danza. NO SOY CONSTRUCTIVA, ES MI NATURALEZA. Concluyo.

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