domingo, marzo 04, 2007

De donde vengo

Nací en Santiago y he vivido toda mi vida en esa (ejem, esta) cochina ciudad. No hay vacas ni caballos ni cerros con hartas plantas; sólo torres con formas de cajetillas de cigarros, muchos supermercados y muchos mols. De acá soy y parece que de acá seré. Resulta que últimamente ando media paranóica y pienso que una catástrofe va a ocurrir y no sé por qué Santiago es el lugar más seguro en el que estar. Plop!

Madre hoy se quemó los antebrazos con detergente. Suena raro, pero si mezclas cloro ropa color con drive matic, agua y un cobertor con mucha tierra, puede que tu piel salga un poco dañada. O un poco quemada. Le arden cada vez que roza algo y le quedaron de un rojo bien intenso. No la llevamos al médico porque no fue tan grave. Ha tenido peores. Es como un instinto suicida bien escondido que acarrea siempre.
Una vez provocó el choque como de tres autos. Tomó una micro al tiro por lo que nadie lo notó.
Otra vez casi se corta las venas de las muñecas por intentar abrir una almeja. Mi wely le dijo que así no se abrían pero ella es porfiada como burro, el resultado; dos puntos en una herida que no paraba de sangrar y que tenía como 1.5 cm de profundidad en la mano (bien cerca de la muñeca). Varias almejas se mancharon con sangre, pero las sirvieron al almuerzo igual para que no se sintiera mal. Obviamente las lavaron. Yo me reusé a comer pero me obligaron. A penas vi (o imaginé) una pintita de sangra comencé a tener arcadas y no volví a la mesa para terminar mi plato. Fue asqueroso.
Y tiene otrosuicidio frutrado entretenido pero es medio largo y ahora está acostada en la cama de mi hermana con Pelu y me está pidiendo un masaje. Yo, como buena hija, apagaré el computador y me iré a mi pieza para no molestarla más. En cuanto almasaje... dejémoslo para otro día. Al igual que la historia.