jueves, julio 14, 2011

2 años más tarde

Hace dos años que no escribo en el blog. No es que no tuviese el tiempo, es que no me lo daba.
Tengo insomnio, soñé una pesadilla y ahora simplemente no puedo dormir.
Estaba en un ampliado de ingeniería, era distinto, como una sala de clases. Estaba el Nacho. De repente llegan Adam y Emmanuel tarde. Adam comienza a dirigir la weá mientras Emmanuel me pregunta qué hago ahí. No sé por qué se levanta la polera, no es su guata, sino la de Adam, algo que siempre me cuestioné por qué no me molestaba, si era abultada y peluda, y la única respuesta que se me venía a la cabeza era que lo quería mucho. Le digo a Emma que ya me voy, que no volveré y él me responde que mejor, que no necesitan animalistas ni ambientalistas en reuniones serias, que ahí se discutían cosas del estudiantado. Le respondo que jamás había llevado esos temas al tapete, pero que de todas formas me iría porque me sentía incómoda. Todos me echan diciéndome que no me necesitan.
Me siento herida humillada. No quiero ir al Centro de Alumnos, pero quiero ir a la marcha. Creo que tendrá que ser una cosa o la otra. Aprovecharé de renunciar.
Mientras trataba dormir no podía dejar de tener flashbacks de la pesadilla con un soundtrack horrible que consistía en la canción del grupo My Chemical Romance "I'm not OK" (puaj!).
Luego seguía la canción "Monsters" de The Gathering y una tercera canción que no recuerdo. Esas tres canciones repetidamente.

Todavía me siento herida.
Verbalizando lo que siento físicamente es esto: un arnés de metal cruza mi pecho. Es frío y tiene un agujero cerca del corazón con una estaca a medio clavar. Cada vez que lo recuerdo me martillan la estaca un poco más.
Aún me siento herida, pero es normal. Cualquier persona se sentiría así.
Lo que no consuela mi dolor.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ocurren momentos en que los cercanos se dan vuelta, aunque ellos no lo noten... Es un dolor agudo